Innovation is not a hobby!

En los tiempos que corren, la innovación ha dejado de ser un simple hobby o pasatiempo, para convertirse en una disciplina en toda regla. Recuerdo que hace unos 12 o 15 años, el término “innovación” se consideraba novedoso. Era curioso intentar entender y desentrañar el significado real de la innovación.

Con el paso de los años, se ha ofrecido formación sobre creatividad e innovación, lo que ha contribuido a que hoy en día el término “innovación” no suene tan extraño. Conceptos como Design Thinking, Visual Thinking, brainstorming y gestión creativa, entre otros, ya han calado en nuestra cultura empresarial. Pero esto ha sucedido porque hoy en día todas las empresas quieren innovar; ya se han dado cuenta de que se trata de innovar o morir. Sin embargo, no estoy tan seguro de que la innovación se esté tomando como una auténtica disciplina, como lo son las finanzas, el marketing, las ventas o las operaciones. Más bien, parece algo que la gente debe hacer porque motiva y divierte. Pero, en mi opinión, y tras muchos años de experiencia, creo que no es así.

Innovar no es comparable a un hobby, hay procesos establecidos y profesionales formados en el campo de la innovación y la creatividad, lo que la convierte en una disciplina por derecho propio. Por lo tanto, ha llegado el momento de plantearnos la gran pregunta: ¿cuánto inviertes en innovar?

Me gusta usar la analogía de la máquina tragaperras para explicar la innovación. Innovar significa jugar en una máquina donde cada partida cuesta 1€. Y ese euro te permite tirar de la palanca. Si solo pones un euro, ya sabes lo que puede pasar: la probabilidad de éxito es muy baja, como lo demuestran las muchas estadísticas sobre startups fallidas, servicios y productos nuevos fallidos. Esto significa que innovar conlleva un alto porcentaje de fallos. El problema surge cuando tu inversión, retomando la analogía, no alcanza ni para el euro necesario para echar la partida.

Si quieres innovar, o si tu empresa quiere innovar, ¿cuántas partidas deberá jugar? ¿Cuántas veces deberá tirar de la palanca para que puedas llegar a innovar? Y aquí es donde debemos preguntarnos: ¿estamos invirtiendo lo suficiente para innovar?

Aquí me gustaría hacer una distinción entre la innovación incremental y la innovación estratégica o disruptiva. La innovación incremental, en general, es algo que las empresas ya hacen. Son esos nuevos requisitos que el mercado impulsa y que se convierten en productos adaptados a esos nuevos requisitos del mercado. Pero cuando hablo de innovar en esta analogía, me refiero a innovar para llegar a un océano azul, para tener realmente una barrera relativamente grande con la competencia, generar nuevos modelos de negocio que rompan el statu quo de tu mercado, etc.

Innovar no me vale con una innovación incremental. De hecho, diría que innovar incrementalmente es una obligación hoy por hoy del management. Yo hablo de esas innovaciones que aún están por venir y que generan esos nuevos mercados, esos océanos azules, donde las empresas perduran con productos, servicios y modelos de negocios innovadores.

Así que, te pregunto: ¿cuánto inviertes en innovar?

Creative technologist, Thinker & Big Things Developer. Sometimes Artist.

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: